jueves, 19 de agosto de 2010

Labor del padre Gustavo Le Paige:

En el año 1953 el misionero jesuita R.P. Gustavo Le Paige llegó de Africa a Chile,radicándose dos años después en San Pedro de Atacama lugar dónde viviría hasta su muerte.-Recorría incansablemente el desierto atacameño tratando de recuperar su pasado,llegando así a coleccionar un sinnúmero de piezas arqueológicas de gran factura que dan paso a un pequeño y humilde museo en la Casa Parroquial;para que en la década del 80 la Universidad del Norte concreta el anhelado Museo Arqueológico Padre Gustavo Le Paige con una selección de 380.000 piezas que abarcan desde la prehistoria atacameña hasta la llegada de los españoles en el siglo XVI.Sus modernas instalaciones museográficas y sus trabajos de investigación en curso,lo señalan como uno de los principales centros de investigación y protección del patrimonio nacional.

Religión:

Una creencia en una vida sobrenatural y más allá de la muerte así como ceremonias religiosas con una fuerte vinculación con la naturaleza evidencian las primeras manifestaciones de una religiosidad en ciernes.
Muy adentrado en la cultura Atacameña estaba la inhalación de alucinógenos constituido en todo un ceremonial andino, era el acercamiento mediante la exaltación y estimulación a sus dioses, era la apropiación de quién inhalaba del poder de aves, felinos y serpientes. Acompañaba este ceremonial un conjunto de tablillas finamente labradas en las cuales se depositaba el alucinógeno o “rapé” para luego mediante una bombilla de madera o hueso era inhalado. Por otro lado y con una influencia notoria de los Incas, los Atacameños adoptaron el culto Solar o Inti para lo cual fabricaron altares en los lugares de mayor altura, de preferencia en el Volcán Licancabur el cual era considerado una “Montaña Sagrada”.

Organización Social y Política:

Cuando los invasores españoles llegan al plano que se desarrolla a lo largo del Salar de Atacama, comprobaron la existencia de una Nación Atacameña, perfectamente diferenciada de todo lo que antes habían visto; por su lengua, costumbres, autoridades, tradiciones y valores culturales. De una evolución de cazadores y recolectores, pasando por comunidades agroganaderas hasta recibir la influencia de Tiahuanaco e Incas dónde desarrollaron una organización basada en Ayllús al mando de Señores, las cuales eran comunidades independientes pero con fuertes lazos de parentesco; en este sentido, la organización social Atacameña alcanzó una dinámica propia con derechos y deberes conocidos por todos y respetados por todos. En algún momento los Señores Atacameños necesitaron crear fortalezas para defender sus posesiones de los diversos ataques foráneos, nacen así Turón y Quitor que se convertirían en los principales Pucarás de este pueblo Atacameño.

Desarrollo de la Metalurgia:

 Un sinnúmero de ornamentos en cobre y estaño, así como estatuillas ceremoniales configuraron parte del trabajo en metales, pero lo más destacado fueron unos vasos de oro repujados y trabajados por expertos artesanos que corresponderían a la influencia que los Atacameños recibieron de la Cultura de Tiahuanaco, su finalidad era eminentemente ceremonial. Los llamaban Keros. 




Economía Agraria:

Para esta economía era vital el agua por lo que protegieron la tierra cultivable incluso si se hallaba en las laderas, para lo cual utilizaron el sistema de cultivos en terrazas o andenes, además del salitre sintético y la irrigación artificial; pese a que desconocieron el arado y el uso de animales domésticos (salvo las llamas que eran utilizadas para el transporte) sus resultados en materia agrícola fueron importantísimos.
Con estos adelantos lograron trabajar siete variedades de maíz, así como tipos de quinoa, frijoles, calabazas, ají y zapallos; tras la influencia incásica introdujeron productos subtropicales. Este tipo de economía, al tener como limitante el medio geográfico, a diversificaron por medio del comercio llevando a la costa y al interior lana, productos agrícolas y metalurgia.

jueves, 5 de agosto de 2010

Atacameños

También llamados apatamas, alpatamas, likan-antai o likanantaí (en su idioma -llamado kunza- : lickan-antay; se traduce aproximadamente como «los habitantes del territorio»), son  indígenas de Sudamérica que habitó en el interior del desierto de Atacama (Norte de Chile y la Argentina y Sur de Bolivia), en torno al curso del río Loa hasta Copiapó, ocupando también las quebradas y valles de este desierto y los faldeos de la cordillera de los Andes incluyendo toda la Puna meridional o Puna de Atacama. El hábitat de los atacameños en la Argentina abarcó los departamentos que constituían la extinta Gobernación de Los Andes y regiones vecinas de Jujuy, Salta y Catamarca.

Sus descendientes actuales en gran parte viven en las tierras ancestrales aunque muy mixogenizados formando parte de la población criolla o confundidos con el conjunto llamado colla.